"...Su tía la tomó del pelo con una mano, se sacó el zapato con la otra y le empezó a dar una paliza mientras dos de los perros ladraban excitados. Voy a aguantar, pensó Albertina. De improviso su tío, que se había mantenido alejado, sujetó a los perros de sus collares como para impedir que avanzaran, pero ellos continuaron ladrando mientras él seguía la escena sin soltarlos. Al cabo de un rato la paliza cesó y Albertina corrió a su cuarto decidida a escaparse. Su prima tenía la luz apagada, pero ella sabía que estaba despierta. Juntó su ropa y la apiló bajo la cama..."Albertina Carri. Fragmento del capítulo "La niña gaucha"
martes, 4 de mayo de 2010
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