"...Aunque sabían que no debían salir por la noche -el mismo gobierno hacía campañas publicitarias dirigidas a mujeres jóvenes con la recomendación de no salir de noche, bajo el eslogan Ponte viva-, se resistían a cambiar de hábitos. Una madrugada, recién llegadas de casa de unas amigas, Montse prendió la luz de la sala, cuyo interruptor estaba junto al gran ventanal que enfrentaba el de su vecino. Clarise fue al dormitorio y la llamó. Sentía frío y necesitaba su ayuda para sacar el cobertor que estaba guardado en la parte alta del armario. Montse dio un paso hacia el cuarto cuando escuchó un estallido..."Fragmento del libro "La niña guerrera", de Laura Ramos
martes, 4 de mayo de 2010
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